Deuteronomio 6:4-9, 20-25
10-30-2016
Los niños deben ganar nuestra confianza.
Se trata de una idea básica que hemos oído todas nuestras vidas. Lo hemos
escuchado de nuestros padres. Es una de esas líneas que repetimos a nuestros
hijos por instinto. "Tienes que ganar mi confianza" o "he
perdido mi confianza en ti." Esta es una verdad incuestionable, los niños
deben tratar de ganar y mantener la confianza de sus padres. Sin embargo, ¿qué
pasaría si Dios espera que usted pueda ganar la confianza de ellos durante sus
años de formación, tanto como se supone que ellos deben ganar la tuya? ¿Qué
pasa si un gran elemento de la crianza de nuestros hijos es ganar su confianza,
para que cuando sean adultos, ellos sapan que pueden contar con nosotros? Sea honesto
por un segundo... si fueras tu hijo, ¿confiarías en ti? Si tú fueras ellos, ¿podrías
confiar en que no vas disciplinar en ira, que nunca romper una de sus promesas
básicas como padre o que nunca vas a tomar las cosas demasiado personal? Más
allá de las reglas, Dios pelea por nuestros corazones. Debemos hacer lo mismo,
de lo contrario corremos el riesgo de ganar la batalla pero perder al niño.
Hablar de la casa en la que creció. ¿Cuál fue el enfoque de las reglas y la disciplina en su casa de infancia?
Cuando usted piensa en su infancia, ¿Qué era más importante la obediencia a tus padres o la relación con tus padres? ¿Cómo cree que esto ha impactado su casa, positiva o negativamente, hoy en día?
¿Prefiere pasar un día en que sus hijos siguen todas las reglas y se comportan perfectamente o un día cuando experimenta momentos profundos cercanos en su relación con su hijo(a)? ¿Por qué?
¿Cómo cree que Dios respondería a la misma pregunta cuando se trata de nosotros?
¿Cómo sus padres trabajaron para tener una estrecha relación con usted? ¿Cómo no lo hicieron? ¿Cómo ha afectado esto a su relación?
Lea Deuteronomio 6: 4-9, 20-25. ¿Pueden sus hijos ver la realidad de estos versos en ti? ¿Cómo estás luchando por el corazón de tu hijo hoy?
Hablar de la casa en la que creció. ¿Cuál fue el enfoque de las reglas y la disciplina en su casa de infancia?
Cuando usted piensa en su infancia, ¿Qué era más importante la obediencia a tus padres o la relación con tus padres? ¿Cómo cree que esto ha impactado su casa, positiva o negativamente, hoy en día?
¿Prefiere pasar un día en que sus hijos siguen todas las reglas y se comportan perfectamente o un día cuando experimenta momentos profundos cercanos en su relación con su hijo(a)? ¿Por qué?
¿Cómo cree que Dios respondería a la misma pregunta cuando se trata de nosotros?
¿Cómo sus padres trabajaron para tener una estrecha relación con usted? ¿Cómo no lo hicieron? ¿Cómo ha afectado esto a su relación?
Lea Deuteronomio 6: 4-9, 20-25. ¿Pueden sus hijos ver la realidad de estos versos en ti? ¿Cómo estás luchando por el corazón de tu hijo hoy?
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