Una cosa es notar que hay trabajo por hacer. ¡Otra muy distinta es determinar que usted es quien necesita hacer ese trabajo! La adoración de esta semana se trata de compromiso. ¿Cómo podríamos ocuparnos de levantar valles y hacer descender colinas para que el camino del Señor esté preparado? Parece más allá de nosotros, ciertamente. Especialmente cuando parecemos tan limitados en estos días. ¿Dónde empezamos? Empezamos con la oración. No porque no haya nada más que podamos hacer. Pero porque ahí es donde siempre comienza la adoración. Oramos, aprendemos a orar y practicamos la oración. ¿Cuáles son las colinas por las que debemos orar para apartarlas del camino y poder llegar al camino de Dios? ¿Qué son los valles y quién está abajo en esos valles que necesitan ser elevados para que puedan ver al que viene? No oramos porque estemos indefensos. Oramos porque sabemos dónde está el poder.
Marcos habla de la preparación de una carretera en el desierto, de la construcción de valles bajos y de nivelar el terreno irregular. ¿Qué está tratando de transmitir esta imagen?
¿Cuál fue la situación de los primeros oyentes de Marcos? ¿En qué se ha parecido el 2020 a estar en Israel en ese momento?
Los primeros oyentes de Marcos anhelaban el fin de la espera, que se hiciera justicia y que Israel se convirtiera en un verdadero hogar. ¿Cómo es el hogar un lugar de comodidad y un lugar de desafío? ¿Cómo funciona la iglesia como un lugar de comodidad y un lugar de desafío? ¿Cómo es la temporada de Adviento un llamado a una mejor versión del hogar?
¿Qué aprendemos acerca del carácter de Dios en estos pasajes?
¿Qué estamos llamados a hacer en estos pasajes? ¿Qué prácticas podemos realizar esta semana para ayudarnos a prepararnos a nosotros mismos y a otros para experimentar el consuelo y el desafío de la gracia de Dios?
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