4 de octubre del 2020
¿Alguna vez has notado cómo los niños se olvidan fácilmente cuando se trata de sus propios errores, pero tienen una larga memoria cuando se trata de los errores de sus hermanos o hermanas? "¡Mamá, él no lavó los platos como tú le pediste!" La madre contesta: "Sí, ¡tú hiciste lo mismo hace solo dos días! ¿Cómo te atreves a quejarte?” Es fácil ver esta dinámica en nuestros niños. No obstante, nuestra perspectiva limitada a menudo afecta nuestra fe. Tendemos a enfocarnos solo en la perspectiva inmediata y perder de vista lo eterno. La duda es siempre a corto plazo enfocándose solo en lo inmediato fuera del contexto de lo eterno. Por otro lado, la fe tiene por naturaleza una perspectiva eterna y ve el presente solo en el contexto de lo eterno. Duda intenta juzgar a un Dios eterno solo en el contexto de nuestra situación inmediata. La fe hace todo lo contrario. La fe ubica nuestra situación actual en el contexto de una relación eterna con Dios.
De niño, ¿alguna vez culpaste a uno de tus hermanos por algo que tú hiciste todo el tiempo?
Lee Habacuc 1: 1-4. ¿Cómo estas palabras se relacionan con tu realidad actual?
Lee Habacuc 1: 5-11. ¿Qué es lo más sorprendente de la respuesta de Dios para ti? ¿Por qué?
¿Por qué crees que Habacuc lucha con el plan de acción de Dios?
En Habacuc 3, Habacuc solo puede tener fe después de recordar. ¿Por qué es tan importante recordar?
¿Qué Dios quiere que recuerdes hoy?
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