La Crucifixión

5 de abril de 2020

Marcos 15:25-39

"A lo largo de los Evangelios, Jesús se refiere a sí mismo como el Hijo del Hombre, un título que señala su papel de "ser humano representativo ". Él era Dios en la carne, revelándonos a Dios; pero también era completamente humano, representando una nueva humanidad que reflejaba lo que estábamos destinados a ser como seres humanos. En esta capacidad, se convirtió en nuestro sacerdote e intercesor con Dios. Ofreció un sacrificio a Dios para expiar el pecado de la humanidad, para reconciliarnos con el Padre. No ofreció una cabra o un toro, sino a sí mismo como el Hijo del Hombre y como nuestro sumo sacerdote. En esencia, dijo: "Padre, por estas criaturas, tan pequeñas, tan rotas, tan fácilmente atraídas para lastimarse unas a otras, por estos hombres y mujeres que se hacen el mal unos a otros y te dan la espalda, por ellos me ofrezco a ti para expiar sus pecados”.

(Extracto de 24 horas que cambiaron el mundo por Adam Hamilton)

Además de Jesús, ¿cuándo alguien ha hecho un gran sacrificio por ti? ¿Cómo te hizo sentir?

¿Qué crees que está pasando por la mente de Jesús cuando dice "Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado?" ¿Qué emociones y pensamientos están presentes en este momento?

Lee los versículos 27-32. ¿De qué manera el hecho de que Jesús estaba a solo un par de pies del suelo y casi cara a cara con quienes lo rodean cambia su percepción de este momento? ¿Qué escuchas? ¿Cómo respondes?

¿Cómo crees que el sacrificio de Jesús en la cruz restaura tu relación con Dios?

Pedro declaró a Jesús como "Mesías" en Marcos 8:27-38. Caifás declara a Jesús como el "hijo de Dios" en Marcos 14:61. Pilato declara que Jesús es el "Rey de los judíos" en Marcos 15:2. A la luz de este contexto, ¿cómo entiendes las palabras del soldado romano que declara "¡Seguramente este hombre era el Hijo de Dios!" (Marcos 15:39)? ¿Qué momento te llevó a declarar a Jesús como el Señor de tu vida?